Hay afirmaciones tajantes y teorías que, para desmontarlas, basta tan sólo un mínimo de sentido común. Por eso ésta va a ser la "entrada" más breve de mi muy breve blogohistoria.
Veamos, pues, el siguiente postulado:
"El Presidente del Pontificio Consejo para la Familia, Cardenal Alfonso López Trujillo, explicó a la BBC1 de Londres que no se puede alentar el uso del preservativo como único medio para detener la epidemia del SIDA porque éste falla en evitar el contagio. El Purpurado colombiano recogió varios estudios y recordó que "el virus del SIDA es unas 450 veces más pequeño que el espermatozoide. El espermatozoide puede pasar fácilmente a través de la red formada por el preservativo".
Y como las memeces son como los terremotos, es decir, que tienen réplica, el Arzobispo de Nairobi, Monseñor Raphael Ndingi Nzeki, apostilla que el SIDA "ha crecido tan rápido a causa de la disponibilidad de preservativos, porque invitan a la promiscuidad y por su permeabilidad".
Bien.
Podría incorporar cienes y cienes de cuadros comparativos sobre las dimensiones de los distintos microorganismos. Pero no va a ser necesario tomarse tantas molestias -además de que no las merece, por supuesto-
Ya que se empeñan en usar su cerebro como un órgano semidesarrollado, contésteseles en idénticos términos, como si a tiernos infantes, con mucho que aprender pero poca madurez intelectual, nos dirigiésemos:
Veamos, pues, el siguiente postulado:
"El Presidente del Pontificio Consejo para la Familia, Cardenal Alfonso López Trujillo, explicó a la BBC1 de Londres que no se puede alentar el uso del preservativo como único medio para detener la epidemia del SIDA porque éste falla en evitar el contagio. El Purpurado colombiano recogió varios estudios y recordó que "el virus del SIDA es unas 450 veces más pequeño que el espermatozoide. El espermatozoide puede pasar fácilmente a través de la red formada por el preservativo".
Y como las memeces son como los terremotos, es decir, que tienen réplica, el Arzobispo de Nairobi, Monseñor Raphael Ndingi Nzeki, apostilla que el SIDA "ha crecido tan rápido a causa de la disponibilidad de preservativos, porque invitan a la promiscuidad y por su permeabilidad".
Bien.
Podría incorporar cienes y cienes de cuadros comparativos sobre las dimensiones de los distintos microorganismos. Pero no va a ser necesario tomarse tantas molestias -además de que no las merece, por supuesto-
Ya que se empeñan en usar su cerebro como un órgano semidesarrollado, contésteseles en idénticos términos, como si a tiernos infantes, con mucho que aprender pero poca madurez intelectual, nos dirigiésemos:
- Uno o más átomos de hidrógeno, carbono, nitrógeno y oxígeno, en número total no inferior a 9 átomos, forman un AMINOACIDO.
- La unión de varios aminoácidos, da lugar a un PÉPTIDO.
- Si logramos reunir más de 100 aminoácidos (organizados en péptidos), obtenemos una PROTEÍNA, con lo que contaríamos con un mínimo de 1000 átomos enlazados por cada proteína.
- Los virus, TODOS LOS VIRUS, incluído el VIH, están formados por una o, en el caso del VIH, dos cadenas de un potingue que los científicos -siempre ignorantes- les ha dado por llamar ácido ribonucléico, compuesto por muchísimos átomos cogiditos de la mano. Pero la mayor parte de TODOS LOS VIRUS, incluído el VIH, está formado por una CAPSULA compuesta de PROTEÍNAS. Es decir, compuesta por cientos de miles de ATOMOS.
- El hidrógeno es un átomo. UN SÓLO ÁTOMO. El hidrógeno es también un gas. Los átomos de hidrógeno no pueden formar enlaces consigo mismos, sino que, como todo gas, tienden a separarse entre sí, ocupando todo el espacio que tengan disponible.
- Si introducimos hidrógeno a presión en un preservativo, el material elástico se expandirá para dar cabida a los muchos átomos de hidrógeno que ha de albergar, aumentando así el espacio disponible.
- Ciérrese mediante nudo marinero triple, el preservativo.
Hasta aquí el experimento.
Si Dios ha informado bien a Su Santidad y acólitos sobre la naturaleza de la materia, los átomos de hidrógeno comenzarán a liberarse a través del "material permeable" de que está compuesto el preservativo, dado que son infinitamente más pequeños en tamaño que la envoltura proteínica del virus y, si éste cuela aunque sea por orden irrevocable del infalible Beneadicto, un átomo de hidrógeno pasará como pedro por su casa.
Por lo tanto, el preservativo deberá "desinflarse" en pocos minutos.
Es un experimento sencillo, de libro gordo de petete, por lo que animo a todos, católicos protestantes y no católicos, a que lo realicen en sus casas. Ni que decir tiene que el gas no tiene que ser necesariamente hidrógeno, pudiendo utilizarse incluso el compuesto gaseoso exhalado en la respiración, rico en todo tipo de átomos libres, todos de tamaño muy inferior a un virus.
Recomendaciones:
Si Dios ha informado bien a Su Santidad y acólitos sobre la naturaleza de la materia, los átomos de hidrógeno comenzarán a liberarse a través del "material permeable" de que está compuesto el preservativo, dado que son infinitamente más pequeños en tamaño que la envoltura proteínica del virus y, si éste cuela aunque sea por orden irrevocable del infalible Beneadicto, un átomo de hidrógeno pasará como pedro por su casa.
Por lo tanto, el preservativo deberá "desinflarse" en pocos minutos.
Es un experimento sencillo, de libro gordo de petete, por lo que animo a todos, católicos protestantes y no católicos, a que lo realicen en sus casas. Ni que decir tiene que el gas no tiene que ser necesariamente hidrógeno, pudiendo utilizarse incluso el compuesto gaseoso exhalado en la respiración, rico en todo tipo de átomos libres, todos de tamaño muy inferior a un virus.
Recomendaciones:
- Que el preservativo, a ser posible, no hay sido usado.
- Caso de utilizar hidrógeno, comprobar empíricamente la validez de los resultados pasando la llamita de un mechero a no menos de 30 cm. del globo resultante.