miércoles, 28 de mayo de 2008

El Batallón de Beatillas de ZP

Algo se venía ya barruntando hasta por los menos despiertos. Lo que no cabía en cabeza alguna era que el Presi aprovecharía la distracción -en este mayo florido y lluvioso- de las fuerzas de la izquierda viva -la irreductible Izquierda Unida- radicadas en Córdoba cual Covadonga de la lucha proletaria y aconfesional, para dar un espaldarazo definitivo a las aspiraciones del Estado Vaticano a través de su embajada en España, la Conferencia Episcopal.

Y son ya son dos victorias seguidas en una semana para Rouco, que a este paso se orgasma con el puño y la rosa como fetiche, de este PSOE que, afortunadamente, se ha venido descafeinando desde los tiempos ya inmemoriales del políticamente difunto Felipe, que sería lo que fuese, pero que tratándose de grupos terroristas era un genio, incluído el que ahora me ocupa.

Concretando, que mientras el pepé mueve su culo indeciso entre la silla del centro derecha y la suya de siempre, la silla de la derecha española y de las jons, aprovechan los socialistas el susodicho baile de la silla y se quedan con la del centro derecha nacional católico, siendo tanto así que van mis marxistas muchachos y dicen que no pasa na, que los
símbolos católicos no comen pan ni piden los 400 euros, luego no estorban para nada.

La izquierda viva se ha quedado de piedra, tan de piedra que ni resuella, mientras Mariano encuentra por fin alguien que le da la razón en algo. Fray José Luis de Zapasilos. Bueno, y Pilar Cernuda, pero a ésa ya la tenía en el catre hace tiempo.

A qué lumbreras se le habrá ocurrido, con lo malita que está la cosa, sacar ahora a colación el asunto de los símbolos ésos, con la de crisis que hay, con los ahorros del superávit dando las boqueadas, con la que está liando Gallardón, con el petróleo a precio de Fino Tio Pepe y demás titulares de telediario.

Pues a Llamazares "el ocioso", cómo no, que no tiene otra cosa en qué pensar, que ya que no tiene casi voto, el hombre quiere tener voz, así que
berrea, berrea y pide lo imposible, sin caer en la cuenta de que en vista de los buenos resultados de las misas para que llueva, Bono está enseñando a rezar al agobiado ZP, para que el dios de los católicos, Rouco mediante, le arregle el culo a la hucha del Estado, que se le está saliendo la calderilla.

Así que sms presidencial al canto, "a todos los contactos",
consigna del día: que lo de los símbolos, nanay, que nada de cabrear a Mariano, y mucho menos a Dios, no vaya a ser que exista, que después de lo de Traguas no me fio ni de Jesús Quintero. Y otro sms para la Vicepresidenta: y ésto también vale pa tí Mari Tere.

Y yo lo veo bien. Ya va siendo hora de que los ciudadanos nos impliquemos y denunciemos, si hace falta de nuestro bolsillo, así, en plan patriótico total mix, que vivimos demasiado confiados y el Estado no puede estar en todo.

Antonio Burgos, otra vez te precipitaste, el batallón no era de modistillas. Era de Beatillas.

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