viernes, 30 de enero de 2009

El tabaco mata, la grasa engorda y la...

Y la empresa privada traiciona, invariablemente.

Aunque a muchos les cueste asimilarlo, la empresa privada es una fuente inagotable de berrinches, además de una máquina incansable de mangonear, vampirizar y torturar psicológicamente a los... ¿cómo le llaman? ah, si, "agentes sociales".

A lo largo de esta desaceleración atroz del capitalismo -DAC, en adelante- (y no me sale de las gónadas llamarle como le llaman), cuando las rémoras lloronas se ven ignoradas y reducidas sus ventas y ganancias a lo estrictamente razonable, es más evidente de lo que lo ha sido nunca el juego de la sopa boba a que se han habituado las empresas.

Uséase, hay que creerse que tras una era geológica repleta de ganancias desorbitadas, tres meses bastan para llevar a la bancarrota a bancos y multinacionales de todos los ámbitos económicos, por lo que los expedientes de regulación de empleo (ERE que erre) son la consecuencia lógica y es políticamente correcto aceptarlos de buen grado, y las ayudas gubernamentales un derecho que les asiste a los empresarios, como benefactores de la humanidad que son. Pues va a ser que no. Aceptarlos por riles, sí, por supuesto, por algo tienen mango las sartenes. Retirarles el calificativo de canallada, de ninguna manera.

Si el pueblo fuese sabio -que no lo es-, si la sociedad fuese razonable y consecuente -por favor, esas risas...- ni se plantearía gansadas como la que acaba de ultimarse en La France: huelguitas y manifestaciones a la salud de la... bueno, de la crisis, porque los franceses sí tienen crisis, no D.A.C. Pues no señor, nada de tirarse a la calle a canturrear obviedades. Resucitar del colapso a las empresas privadas equivale a pasarle un vasito de sangre al Conde Drácula. Pan para hoy y hambre para cuando nos vuelvan a dejar exhaustas las venas.

Lo mejor de estos nuevos gobiernos de izquierdas -¿¡otra vez las risas!?- es que no se plantean, ni por asomo, la creación de empresas públicas. Pero no empresas públicas para gestionar intereses públicos, no. Empresas públicas de verdad. Inciso: a estas alturas del post, los improbables "viperinos antirrojos" ya estarán desenfundando la espada del Cid Campeador contra el marxista progre -aunque lo suyo es el látigo de la indiferencia, para después despacharse en su blog, a traición-. Pues peor para ellos, porque voy a pronunciar la frase maldita.

Empresas públicas de verdad. Es decir, fábricas, bancos, inmobiliarias -equivalentes a las actuales gestoras municipales de vivienda pública, pero en honesto- panaderías, centros comerciales, etc., que compitan y derroten definitivamente a tanta hiena que sólo se alimenta cuando otro ha matado la pieza, y huye con la panza llena al menor atisbo de peligro. Es decir, empresas privadas.

Piensen sobre ello. Habrá segunda parte.

P.D.: Suponiendo que el tipo de la foto no sea un simple pícaro, es decir, dando por sentada la veracidad de lo indicado por el cartelito, no cabe mejor ejemplo -a mayor escala- de la actitud de los empresarios.

miércoles, 28 de enero de 2009

Tengo una crisis para usted

Tanto tiempo sin hablar de la "crisis" me está sumiendo, precisamente, en una crisis casi de identidad. La acumulación y contención de alegre pesimismo por largos períodos de tiempo tiene esas cosas.

Por puro patriotismo estadístico, me tragué casi entero el infumable "tengo una pregunta..." de la TVE1, donde era de esperar el protagonismo de múltiples nuevos parados inquiriendo hoscamente al Presidente sobre cómo va a resolver la "muy pertinaz desaceleración", más marcha atrás ya que otra cosa. Algo parecido a la técnica japonesa de atizarle a la foto del jefe para aliviar tensiones laborales.

La proyección holográfica de ZP se limitó a responder -en modo "contestador automático" a todo cuanto no se le preguntaba, como viene siendo habitual y ante la impotencia del pelotón de interrogadores, que se deshacían en muecas y tics nerviosos en su afán por interrumpir la perorata que les llovía tras cada cuestión planteada. La pelota de Lala, la pelota de Lala, ¡qué bonita es la pelota de Lala! Y es que cuando José Luis se calza el mono de teletubbie, se queda solo en el prado. Puñetero.

El punto exótico vino de la mano del "Sacerdote", que desempeñó su papel estereotipado a la perfección, para acabar quejándose de lo mismo que todos, que no se le contestaba directamente a su pregunta. Qué mal suele sentarnos una dosis de nuestra propia medicina.

Por lo demás, los preguntantes no estuvieron a la altura de las circunstancias, recreando un escenario más parecido a la ventanilla de una oficina de desempleo, donde cada cuál viene a exponer e intentar resolver su caso concreto sin importarle lo más mínimo las cuitas del que viene detrás. Un redil de pardillos egoístas cada cual con su particular miserere, ocupados tan sólo en rascar las miasmas de sus ombligos, cayendo como lemmings clonados por el precipicio fácil de culpar a quien sea de su situación laboral.

De repetir la experiencia, recomendaría a L. Milá seleccinase a sus 100 ciudadanos entre rentas superiores a los cien mil euros anuales. El estómago lleno y las necesidades básicas cubiertas activa el riego cerebral y, sobre todo, mejora la puntería.

Obama. ¿Con los pies en el suelo?

Aunque es pronto para atar cabos, el viento trae ecos sobre la situación a la que ha de enfrentarse uno de los estandartes del EEUU en el mundo. La NASA.

A las más pura tradición norteamericana, el administrador de la Agencia Espacial en la era Bush, Michael Griffin, presentó su dimisión al nuevo presidente albergando la muy fundada esperanza de que no sería aceptada. Ya se había encargado durante meses de orquestar cuantas maniobras en la oscuridad fue capaz para que así ocurriese, moviendo hilos tanto en el Congreso como en el Senado, e incluyendo alguna escena de celos frente al equipo encargado de sacar los trapos sucios de estos últimos ocho años. Obama ha aceptado su dimisión sin inmutarse, a pesar -o a causa, precisamente- de las presiones en contra.

La exploración espacial no es sólo una cuestión de altruísta filantropía. De ella depende en mayor o menor medida muchos aspectos del progreso en campos como la medicina y, aún más si cabe, tecnología militar y sostenimiento de la lucrativa industrial aeroespacial privada.

Sin embargo, siendo Griffin un peso pesado en la compleja maquinaria administrativa estadounidense, la firmeza con que Obama ha dado el paso de plantear la inspección y renovación de las actividades y proyectos en curso de la agenda de la NASA -creándose, de paso, un enemigo que si bien no ha de resultar mortal, sí será molesto,- permite ir vislumbrado la silueta política de este cada vez más simpático "elemento exótico" y las abismales diferencias que parece decidido a marcar con su antecesor.

Es previsible -y deseable- pues que Obama se decante por centrar su reinado en la tierra y sus habitantes, dejando para un futuro indeterminado volver a pisar la Luna -Bush lo tenía apalabrado con Dios y Aznar para el 2015- y primera visita a Marte, de cortesía eso sí. Habrá que ver si los casi 90 mil millones de dólares de presupuesto que a estas horas deben estar a punto de agotarse son reasignados o aumentados o si, por el contrario, el nuevo gobierno asume de una vez la escasa rentabilidad y el alto coste dinerario y humano que, en términos reales, significa el pueril intento de aventurarse al exterior con primitivos cascarones que harían descojonarse de risa a ET.

Por el momento, la tecnología obtenida al día de hoy tras siglos de investigación apenas da para proporcionar agua caliente a domicilio, liquidar de golpe ingentes cantidades de personas, desencadenar un cambio climático y mal aprovechar los recursos energéticos naturales, pero en absoluto recuerda las propuestas que la ciencia ficción daba por seguras para estas fechas. En el 2001 no hubo más odisea que la puesta en circulación del Euro, y apuesto a que para el 2010 al prototipo de "hiperluz" Enterprise aún le quedarán unas cuantas tuercas por apretar.

Ojalá The President continúe con los pies en el suelo y convenga conmigo que, por el momento, invertir en quimeras extraterrestres es una mala inversión.

sábado, 24 de enero de 2009

Las edades de Lulú

Dijo el lumbreras que redactó el artículo catorce de la constitución, que Los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

Dejó en el aire lo de cualquier otra condición o circunstancia personal o social. ¿Qué cábala planteó, qué pista oculta para llegar a dónde dejo entre las líneas del sacro Texto? ¿Se trató de una transmisión telepática del entonces impúber Zapatero, que ya derramaba por el éter los efluvios de su futurísimo Programa de Gobierno?

Pues, sinceramente, no lo sé, pero ya es casualidad que los progenitores constitucionales olvidaran ellos solitos incluir una causa de discriminación entre ciudadanos tan flagante como es la edad.

Dejaron así el terreno abonado para la venida, treinta años después, de un presidente de gobierno que se empeñó en dividir a los ciudadanos por edades, asignando dádivas más o menos suculentas por franjas, como las franjas horarias pero en función de las velas que te toque poner en la tarta de cumpleaños.

De esta forma nos hemos enterado de que eres joven al cumplir 22 años, y dejas de serlo al cumplir 30, momento en que, aunque la limosna que te asigna tu jefe sea la mitad de 22 mil euros, te quedas sin los 210 eurillos de ayuda al alquiler. Por supuesto que si eres joven en paro tontería que te ayuden, te vas con tus padres y punto.

En cuanto a internet, si eres joven, es decir, si tienes menos de 30 años aunque te lleves a la buchaca 65 mil euros anuales, el Talante -que siempre va por delante- te obsequia sólo por tener acné con un dominio en internet .es para tí solito, más 200 Mb. de almacenamiento. Qué chollo. Juventud, divino tesoro.

Los andaluces, sin embargo, son jóvenes entre los 16 y 20 años, así que con 21 te quedas sin estancia gratuita en países de la Unión Europea.

A mi edad me han reservado lo mejor: Los PM40 y los viajes del INSERSO. ¿Qué más se puede pedir?

martes, 20 de enero de 2009

La rebelión de los magnates.

Prefiero no pensar cuánto tiempo lleva urdiéndose, cuánto habríamos podido hacer para que no llegase a suceder. Ya no albergo la menor duda de que los ciudadanos somos el medio de vida de políticos, magnates de los negocios y resto de vividores de menor rango que hacen lo que se les pida con tal de vivir con tanta holganza como holgura. Una especie de rebaño fácilmente conducible y que se ordeña periódicamente, al que se le extrae el beneficio suficiente para no matarle, y se le devuelve al redil, alimentado y teniendo buen cuidado no sospeche qué es y para qué sirve. Que sólo es ganado. Cuanto más comemos, cuanto más consumimos, más lana y carne proporcionamos. Sencillo.

El pastoreo y conducción del rebaño se encomienda a manos expertas, y no será porque en su manual de instrucciones no deja bien claro quién es quién, exento de argucias metafóricas: inculcar la aceptación ciega de unos principios éticos, morales y espirituales ladinamente amañados.

El sistema tramado por las élites hereditarias de poder ha dejado los suficientes cabos sueltos como para que, a trancas y barrancas, se haya impuesto y supuesto como idóneo el sistema democrático de gobierno, y un acuerdo global conducente al reconocimiento como cierto de los derechos indiscutibles que asisten a los seres humanos, un intento igualmente fallido de romper la racha de asesinarnos unos a otros, que ya dura veinte mil años.

Sin embargo, en la práctica, diez cabezas piensan mejor que diez mil millones, y las minorías en la sombra vuelven a tomar las riendas del mundo, y lo que tras la segunda gran guerra sobrevenía como la promesa de un mundo nuevo donde cabíamos todos, acaba de nuevo desvelándose la falacia. Mentiras sobre mentiras han conformado toda una época, un páramo floreciente que nos prometían eterno, un estado de bienestar de una perpetuidad que ya no se asegura ni a las nieves del Kilimanjaro.

Atrás quedan términos pensados y paridos para dar credibilidad a la campaña de márqueting que ha embobado, literalmente, a tres generaciones. Abuelos, hijos y nietos han creído en la existencia del desarrollo sostenible, que Kioto era la cuna de la esperanza, que Hacienda somos todos, que la aldea global era la panacea y que ariel lavaba más blanco.

lunes, 19 de enero de 2009

David 1 - Goliath 100

El mito de David contra Goliath es éso, un mito. En el mundo real no caben milagros ni emocionantes triunfos inesperados de la justicia, ni suenan bellas bandas sonoras de fondo en escenas de heroicas muertes que sirvieron para algo.

En el mundo real, la muerte es sucia, inútil, sólo causa un dolor indescriptible y la única música que llega a los oídos son los gemidos sin esperanza de los moribundos.

Cuando un adulto inocente muere, durante el instante previo a su marcha sabe que la causa es la crueldad y estupidez humanas. Los niños, sin embargo, mueren si saber porqué. Una gran parte de ellos no han llegado siquiera a conocer mínimamente la naturaleza de los engranajes que mueven el mundo, nada saben del odio que se profesan los mayores. Sólo sienten, sin más.

Me pregunto -aunque ni la casuistica, ni el marco político ni civil sea comparable- si todos aquéllos que ahora justifican la "autodefensa" Israelí, apoyarían el bombardeo de pisos francos de ETA en el País Vasco. Si los cientos de muertos resultantes serían "un precio justo, necesario, a pagar" a cambio de la tranquilidad del resto del país.

Está claro lo que los palestinos importa tanto a Hamas como a Israel. Ambos persiguen sus fines sin reparar en las vidas que la ambición de unos y el fanatismo de otros está segando con la guadaña de la irracionalidad.

La razón dispone de infinitos caminos, la historia de los pueblos parece condenada a escribirse con sangre hasta tanto no aprendamos caminos que nos alejen de la barbarie.

Intransigencia, intolerancia, son términos que hemos acuñado entre todos, desde siempre.

Hombres G-20

Prefiero las cosas a toro pasado, como pasada está ya la cumbre G-20 de marras, la de los porfavoses, la pequeña réplica -como de terremotillo- de la foto del presidente niñato corriendo a la vera de los adultos para parecer mayor. Para J.L. Rodríguez, el Pumba flatulento del inolvidable "Rey León" Disneyco, ha sido un correr de aquí para allá buscándose hueco, darle vueltas a la base en busca del camino conducente a la cumbre. Rodrigo de León empeñado en participar de lleno, ansioso de codearse, de rozarse, de regalar su sonrisa de duralex y, de paso, ilustrar a los G-20 sobre exorcismos de crisis, transmutándose al papel de gran maestro de ceremonias al que aspira sin darse, ni darnos, tregua.

Ya veremos si es más listo que el hambre, aunque no llegará la sangre al río. Más que nada por los muchos sabios aún que, en 15 años, ni tentados estuvieron de acercarse a un ladrillo, consecuencia directa de que conserven, en distintos grados de precariedad, sus empresas o empleos.

Desde esos días de lucimiento hasta hoy, para volver a repetir malabaresca presencia española, habría que ampliar el cupo al 38, por lo menos. Como no es el caso y en algo tienen que entretenerse los políticos mientras los anticuerpos naturales del liberalismo hacen su trabajo, el Partido Popular, en esta esquina del cuadrilátero, y PSOE en la opuesta, se noquean de metirijillas en ese recinto de segunda categoría -y bajando- que es el Senado y al único fin de darle un poco de circo al pueblo, con el asunto de los euros empleados en la puesta del largo del Presidente en la Guait Jous.

Y tal y como ocurrió en aquella ocasión en que le descerrajaron a Rajoi la trágica pregunta de cuánto ganaba, ni una sola cifra asomó a la palestra. "Lo normal en estos casos", fue la incógnita más despejable que aportaron los PSOE's BOYS -desde Moncloa, cloa, cloa- al interrogante. Las respuestas restantes, etéreas, retruécanas, huidizas y tontamente grandilocuentes.

Casi sin querer, se me quedan grabados los dos últimos términos; y a pesar de haber hecho firme propósito de no generalizar nunca más en la vida, me llego a preguntar: Porqué últimamente hasta las nubes del cielo y las estrellas del firmamento, parecenme formar precisamente ése dúo: Tonto Grandilocuente.

jueves, 15 de enero de 2009

Vena payasa.

La vena payasa que todo norteamericano lleva impresa en sus genes o en su propia Constitución, le está aflorando a Obama. Sigue lanzado y aún no se percata que ha terminado la campaña electoral, motivo por el que empiezan a sobrar los gestos de sensiblería familiar que tanto mandan a la hora de elegir papeleta.

Así que, en lugar de escribirle carta gruesa al Fondo Monetario Internacional, consume sus últimas horas de asueto propio de ciudadano libre, en contarle a sus vástagas el motivo por el que en los últimos meses han gozado de prebendas impropias de su edad, ingerir guarrerías, acostarse a las tantas, vestiditos a juego, e informarlas e informarnos, de paso, de chismes familiares con moraleja.

Por aquellas tierras del maíz deben usar a saco el pesticida de la tontería mezclado con vete a saber qué hierbas, y una pizca de incienso, porque a este paso va a dejar a la mismísima santa beata Sara Palin a la altura de una madame prostibularia.

Mal, muy mal empezamos, Mr. Obama.

Pueblo Elegido

Es el rol que la amalgama judía ha escogido para sí y el resto del mundo. Pueblo Elegido por Dios, con mayúsculas, como se escriben los dioses estúpidos, crueles y de menguante sesera.

Salpicada primero e inundada después, de suculentas mentiras sobre éxodos improbables y deportaciones juradas -que no comprobadas- el más posible de los pasados indica que Israel, la Israel mesiánica de muchos siglos atrás, ni huyó ni sufrió en la exagerada medida de la que tanto gusta de alardear; más bien ocurrió lo que a cualquier pueblo sucede por simple regla de tres de la sociología natural: se mezcló -si es que no lo estuvo siempre- con el entorno humano que compartía, olvidando sus raíces, convirtiéndose a las nuevas corrientes religiosas que nunca dejan de circular, como el tifus en los ambientes malsanos. No significa ésto negar la realidad sefardí.

Sin embargo, es lícito sospechar que o bien Yavéh erró en la divina elección, decantándose por una de las tribus de más soberbias, despiadadas y astutamente malvada del planeta, o la sangre vertida en estos años de locura es mucho más judía de lo que su inexistente conciencia podría soportar.

El victimismo bien llevado confiere a la presa el poder y el derecho más cruel y depredador, le habilita ante el mundo para resarcirse con creces de las ofensas y perjuicios recibidos en el pasado. Entre las muchas caras del omnipotente poder terrenal, el híbrido económico/militar acalla las bocas y neutraliza el escozor de conciencias, provoca impotencia y dolor abdominal. Consulte a su farmacéutico.

Tan sólo el indio loco y sin dios conocido, Evo, ha tomado la drástica medida de tapiar las relaciones diplomáticas con los sabios de sión, al tiempo que se desmoronaba parte de la sede de la agencia de las Naciones Unidad para los refugiados. En Gaza, por supuesto.

Y es que no ha nacido aún la resolución del Consejo de Seguridad de la Onu capaz de apaciguar la cólera de Yavéh.

El café del Seññoritto...

No crean ustedes que no es una suerte que el más reciente expresidente de éste nuestro humilde país, carezca del más elemental sentido de la honestidad, amor propio y vergüenza torera.

Ahora que el César saliente reparte azucarillos a sus fieles animales de carga por los servicios prestados, a nuestro burro insignia por un largo período de ocho años, ni mentarlo.
Yo, personalmente, pasaría el resto de mi vida sin volver a mirarme a un espejo, no sin antes contratar los servicios de Jiménez Losantos para que dedique el resto de su carrera a hundir en la miseria al ingrato yanqui que, de un día para otro, le arrancó de su corazón, ninguneándolo como a un Zapatero cualquiera, dejándole tan sólo el recuerdo amargo de su semen en el bigote, que no hace tanto se hubiese relamido con fruición por el simple regalo de una sonrisa, de una palmadita espaldera suya.

Qué tendrá Blair, que no tuviese él.
Su mirada, su olor, su forma de caminar.
Tal vez algún soldado inglés,
muerto en Irak.
De haberlo sabido, habría sacrificado
alguno de los nuestros,
muertos, de todas formas,
en Afganistán.

Podría decirle -igual se lo traga-
que tres docenas -o más-
de aguerridos hispanos fueron abatidos
a bordo de un Yak
mientras defendían a Ryan
en pleno Bagdad.

Que, decidido y valiente,
se disponía a prestar
a la cruzada del moro
el submarino Prestige
-último grito en nuclear-
cuando el osado Bin Ladden
premeditado, alevoso,
como es de esperar,
en hábil viraje
hundió nuestra nave
en el fondo del mar.

En memoria de lo que pudo ser, y no fué.

miércoles, 14 de enero de 2009

Nebrera, diputada calavera

Se empeñó el Comité de Derechos y Garantías del PP en incoar expediente a la Nebrera por el caso de la niña Magdalena Álvarez, con lo enjotao que me tiene esta diputada desde el primer día que la ví.

Ayer.

Como si no hubiese en el PP aguirres de sobra como para lavarle la cara al partido ante la opinión pública andaluza. A Arenas, sin ir más lejos, se le puede im putar por media docena de razones mucho más relevantes que llamar burra a la ministra de fomento, o que a las telefonistas cordobesas de hostelería no se les entiende un pijo. Es lo que tiene trabajar por el salario base, que afloja las cuerdas vocales.

De hecho, si usted llama al Ayuntamiento de Córdoba, la voz femenina que le atiende en primera instancia ha sido grabada allende Valdepeñas, por lo menos, y concejales locales -con concejalía propia- hay que ríase Ud. de Matías Prats. Hasta el Rey se esfuerza cada día por mejorar su pronunciación estándar del Castellano, sin demasiado éxito, eso sí. Digo yo que por algo será.

De cualquier forma, en la fotografía se evidencia que la Sra. Nebrera -demócrata cristiana humanista de toda la vida- cuenta con el total apoyo de los miembros de su partido, exceptuando, quizá, al que se encuentra en primer plano, pero compensado con creces con la actitud del ubicado en tercer lugar, diputada mediante, que se encuentra literalmente mirando pa Pamplona. Si Piqué levantara la cabeza. Si Aznar la agachara, de una puta vez.


martes, 13 de enero de 2009

domingo, 11 de enero de 2009

Blogs con derecho de admisión.

Cuando un tipo funda un blog, son varias las opciones que le son ofrecidas. También deben ser varias las intenciones con que se inicia una tarea de estas características.

Hay blogs que son simples vertederos donde el autor vuelca información e inquietudes sin más intención que hacerlas públicas. El lector no puede ni debe intervenir, pues su opinión o aportaciones carecen de interés para el bloguero.

Los más, permiten la inclusión de comentarios por parte de los lectores, enriqueciendo el contenido y aportando un plus de amenidad. Suelen ser blogs de librepensamiento donde el debate puede abrirse en cualquier asunto y cada cuál puede llevar su línea de razonamiento por donde mejor le plazca.

La tercera clase, sinceramente, me repatea. Se trata de esos blogs donde se practica la reserva del derecho de admisión. Es decir, donde tu comentario será o no publicado dependiendo de su contenido.

Suelen ser blogs ultraconservadores católicos, blogs GUERRERO DEL ANTIFAZ, les llamo. Tienen nombres como "La Catapulta", "El Lobo Feroz" o "La Pluma Viperina", y desarrollan una guerra de guerrillas indiscriminada contra todo lo que amenace la hegemonía de la España Católica Tradicionalista. Bonita ilustración, la de la izquierda, para un blog cristiano.

Cuando un ente ajeno interviene contraviniendo los principios básicos del Catolicismo Agresivo, automáticamente se le suscribe a El País y se le asocia al PSOE, sin más matices, certificando así la mediocridad y limitación de aptitudes del bloguero-censor en cuestión, que ha parido para sí mismo un mundo dividido en dos grandes bloques exclusivos y excluyentes: Ellos y Zapatero World.

Son los hijos de Agapito Maestre, este luchador por Dios y por España que ha infundido nuevos ánimos y una buena dosis de integrismo católico y extracto de mala pécora a muchos ultraderechistas que no encontraban su lugar en el mundo.

Confieso que me gusta estar al tanto de sus correrías y, de paso, pincharles un poco. Más que nada para aguzarles el ingenio y activarles el riego sangüíneo.

Bueno que es uno.

miércoles, 7 de enero de 2009

El cayo que no cesa

Resultado de un raro ensalmo, una parte significativa del insignificante número de lectores de este blog, llama desde las Américas. Me regocija la cosa, a pesar del pesar de la certeza de que más de cuatro veces -cuando se atienden temas locales-, no sabrán de qué va la cosa.

En este caso, informamos de un evento local elevado al ámbito nacional, consistente en la intervención de la Alcaldesa de Córdoba, Rosa Joaquina Aguilar Rivero, como contertulia junto con otros alcaldesos, en una comisión charlatana representativa en la que ofrecerán el punto de vista cateto al asunto de la Kirisis.

Para los foráneos, poner en su conocimiento que nuestra Alcadesa es un callo -no sé si malayo- de proporciones considerables, un don erre que erre infatigable mientras haya status y parné de por medio, por lo que se recomienda vivamente seguir la intervención pública de la susodicha, que se producirá en el día de hoy a las 0.45 horas en el seno del programa de TV1 Cincuenta y Nueve Segundos, en alusión al tiempo concedido por Ana Pastor al demagogo de turno para soltar su ristra de paridas y obviedades.

Es probable que los lectores sudamericanos, habituados a los numerosos telepredicadores, no encuentren novedad o diversión alguna en el hecho. Pero por estos lares aún no perdemos la ilusión de que nuestro políticos saquen a la palestra la faceta honesta y seria que se les supone.

Queda, pues, avisado. V.E. resolverá.