sábado, 3 de octubre de 2009

¡Ugh-Ugh!

¡Ugh-ugh! ¡Catolichismo weno, Islam malo!

Menú del día: Perífrasis con metáforas

Las precipitadas intervenciones quirúrgicas hechas a la cosa económica van dejando heridas que supuran y para las que empieza a faltar conqué zurcir y cerrar. Y se escapan los puntos aquí y allá. De ahí posiblemente el añadir dos puntos más de sutura, ésta vez en forma de IVA. Y blandiendo la máxima de la imaginación al poder -imaginación literaria y figurada- que hará por estas fechas un par de años que alcanzó su más brillante expresión con la desaceleración económica que progresivamente era actualizada con los pertinentes adjetivos, inexistente en primera instancia, leve más tarde, para seguidamente pasar a moderada, seguida de intensa y -éstas que siguen ya se dedujeron por el subconsciente colectivo- galopante y atroz. La traducción al lenguaje barriobajero, era, simplemente una crisis económica de puta madre, y sólo apta para ciegos.

En la misma línea se han sucedido distintas y retóricas definiciones de hechos y situaciones. La sorprendente subida de 2 puntos del IVA no encaja ni con forceps en lo anunciado semanas atrás sobre la certeza de hacer recaer la presión fiscal en las rentas más altas, es decir, en los que tienen hasta la médula forrada con billetes de 500 euros.

Viene a ser que tanto el concepto como la definición tenían la caducidad de un yogurt en el desierto de Gobi, y hoy ya no valen. Ahora va a llamarse -y parece que ésto es más sólido que las coartadas de Camps- esfuerzo fiscal colectivo, uséase, que la canija nos ha pringao a todos, a los de la raspa dorada y a los de la raspa de sardina recomida por el gato. Y la cosa no para ahí, porque a la impecable definición de la Psoepedia ha seguido que el esfuerzo fiscal colectivo será además progresivo y solidario. Ya me lo sé. Progresivo porque de aquí a nada volverán a subir el IVA, y solidario porque será aplicable, como en este caso, a todo dios.

El siguiente paso se concretará en la creación y aplicación del impuesto ecológico. ¿Que cómo puedo estar tan seguro? Está claro: la Menestra Salgado lo ha descartado tajantemente.