miércoles, 7 de octubre de 2009

Al menos 1.000.000 de católicos no tienen ni pajolera idea de quién es Jesucristo

Y digo yo, ¿en qué han venido creyendo ciegamente tantos años?

La cosa viene de la web del Opus Dei, donde Científicos de la Teología de las Cuerdas Cósmicas han elaborado, literalmente, "una colección de preguntas sobre Jesucristo" donde los mencionados científicos teologales respondían a las dudas de los creyentes. A este texto ya me refería hace pocas lunas en CSI Vaticano.

A su tenor, asegura la mencionada web del OD (como "Triunfo" pero con "Desastre") que la tanda de respuestas ha sido descargada, nada más y nada menos, que por 1.000.000 de personas que, cabe suponer, reunían al menos tres requisitos:

1.- Disponer de ordenador y conexión a internet.

2.- Voluntad de enterarse de quién era Jesucristo.

3.- Interés en convencerse de la existencia del mítico personaje.

Uséase, 1.000.000 de cibernautas católicos con serias dudas sobre los más y los menos de su ídolo. En lógica secuencia, la duda que ahora me asalta es ¿cuántos millones más de católicos sin acceso a la Red van a quedarse sin conocer las eruditas revelaciones de los científicos teológicos y, por tanto, a continuar de por vida amando al personaje equivocado?

De una u otra forma, con averiguarse un "Hola" o un "Diez Minutos" parroquial ya irían despachados, ya que citando textualmente la fuente informativa, las respuestas que se ofrecen versan sobre si estaba Jesús soltero, casado o viudo; cómo se escribieron los evangelios; la existencia histórica de Jesús; quiénes fueron los Apóstoles; los gnósticos; La última Cena, la muerte y resurrección de Jesús, etc.

Sólo cotilleos. Ni un sólo planteamiento de futuro. Como, por ejemplo, si tras su venida, -revenida, mejor dicho-, piensa presentarse como candidato a las elecciones generales o enviará a Zapatero, sin más preámbulos, al Valle de los Leprosos con un chasquido de dedos, a pudrirse con la hermana de Ben-Hur; o si opta por la vía terreno-constitucional, lo haría por libre o encabezando un posible partido político fundado por Hazte Oir o Intereconomía; o una cuestión más importante aún, si cabe: el gabinete de ministros lo formaría contando con los doce apóstoles o, por el contrario, daría una oportunidad a los Jinetes del Apocalipsis e incluso a Lucifer que, por su currículum, podría optar al puesto de Leire Pajín o al mismísimo Ministerio de Igualdad.

Son cuestiones escabrosas, indudablemente, ya que el equipo de expertos en Teología Cuántica Aplicada se han limitado a un enfoque retrospectivo de carácter meramente didáctico del documento, lo que induce a pensar que, en caso de la mencionada Revenida, albergan serias dudas sobre si el nuevo Presidente no los pondría directamente de patitas en el Islam...

Los católicos desconfían de Dios.

Vaya racha que llevo con los católicos. Es que constituyen un tema tan apasionante, tan inabarcable, tan infinito... me recuerda la fábula de san Agustín, creo recordar, cuando avisó a un niño -siempre aparecen los niños, caray- al que sorpredió haciendo un hoyo en la arena de la playa para después verten en su interior todo el agua del mar. Y san Agustín, en un alarde de brillantez intelecual y potencia deductiva, le conminó a que abandonase su empeño, pues el agua del mar era inmensa como el amor de Dios y de ninguna manera cabría en un espacio tan diminuto, y tal... no recuerdo bien cómo terminaba, pero sí la imagen -tenía dibujito- del niño recostado sobre la arena y mirando al místico desde abajo, pensando o temiendo a qué tendría que atenerse en los próximos minutos, dada la desventaja de su posición. Posición intelectual y de sabia madurez con la que se enfrentaba, me refiero.

La cosa viene por la Gripe A en la que los católicos, acostumbrados como están a aplicar la Fe a cualquier cosa, resultan que son los únicos que a estas alturas aún creen en lo maligno de sus efectos. Con éstas, la Diócesis de Cádiz-Ceuta (¿?), a pesar de la divina protección de la que en buena lógica es de suponer que gozan, y una vez, dicen, "oídos los organismos públicos competentes", ofrecen a párrocos, rectores o capellanes las siguientes orientaciones que, aviso, son absolutamente mundanas y denotan una falta de fe absoluta en la protección del Altísimo. A saber:

1.- Donde sea posible, se suprimirá el agua bendita de las pilas de entrada en los templos, poniendo un cartel que explique el motivo. Con lo que queda claro que el agua será muy bendita, pero de antibiótica, nada.

2.- El Rito de la Paz, que es potestativo, se podrá suprimir o recomendar otro gesto que no implique el contacto físico entre los fieles. O sea, que con un mínimo gesto de cabeza del tipo "que sí, que te he visto", van que se matan.

3.- Se recordará la posibilidad de recibir la Sagrada Comunión en la mano, respetando siempre el modo como cada fiel desee recibir al Señor. Y una vez en la mano, con disimulo, a la papelera, que habrá que ver dónde se ha metido la mano don Gerardo antes de la misa... hoy tengo la agenda a tope, ya recibiré al Señor otro día...

4.- En los besamanos o besapiés de las sagradas imágenes o reliquias, se sugerirá a los fieles otras posibilidades para mostrar su devoción o veneración: santiguarse, inclinación de cabeza, etc. Vale hasta un guiño de complicidad, que La Virgen es más lista que el hambre y sabe de qué va la cosa...

5.- En las concelebraciones, se procurará utilizar dos cálices uno para el presidente y otro para los demás sacerdotes, quienes comulgarían por intinción. Si no te fías de los compañeros de trabajo, entonces apaga y vámonos.

6.- Se extremarán las medidas de higiene en los templos y dependencias pastorales, así como en las catequesis y demás reuniones. A las numerarias del Opus y beatas del voluntariado no les va a hacer pizca de gracia fregar de rodillas, pero sarna con gusto no pica.

7.- A estas sugerencias, que se mantendrán hasta que las autoridades sanitarias estimen que el riesgo ha desaparecido, se podrán añadir otras que parezcan útiles y factibles en cada lugar. ¿Las Autoridades Sanitarias no son las mismas que trajinan con éso del aborto? Pues hay que estar a las duras y a las maduras ¡veletas!

Como el asunto queda abierto, pues como dice la Diócesis en el punto 7 se podrán añadir otras que parezcan útiles y factibles en cada lugar, quedan Uds. invitados a aportar cuantas medidas puedan contribuir a la tranquilidad de los pobres católicos, que entre las acechanzas del Maligno y los virus, no hay noche que duerman tranquilos.

Actualización:

Fe de Ratas: huelladeperro dijo...

Lo de San Agustín no era así, sino que andando el Santo orilla la mar intentando dilucidar en su cabeza el misterio de la Santísima Trinidad "tres personas en una y un solo Dios verdadero" encontróse un niño (que era un ángel divino, of course) que le dijo que tan difícil era para el humano entendimiento entender los misterios de Dios como que el agua toda del mar cupiere en el hoyito.

¡Ale! ¡desmemoriao!

Acabo de leer la Biblia y es un buen libro. Pero se echa de menos el apéndice aclaratorio: la "Fe de Ratas"