viernes, 26 de noviembre de 2010

Lo que distingue al hombre del resto de los animales no es la inteligencia; es el uso que de ésta hace con el único objetivo de dar rienda suelta a la avaricia desmedida, su enfermiza obsesión por despojar a otros seres de los bienes y recursos que por ley natural les corresponde y acapararlos para sí, a veces en cantidades tan desmesuradas que ni en un millón de vidas podría consumirlos. Ése, y no otro, es el cáncer genético que nos consumirá como especie.
Philip Kargan Stoiber