martes, 22 de septiembre de 2009

Objetivo equivocado, una vez más.

Cuando el objetivo prioritario en Educación consiste en que en los Centros cada alumno disponga de su propio ordenador, algo está fallando. Con los laboratorios de física, química o biología y las aulas de prácticas desabastecidas, cuando los alumnos de 3º de ESO aún no han manejado un microscopio o tenido en sus manos un cristal mineral, cuando un comentario de texto se limita a "decir lo que se te ocurra sobre lo que se te ocurra", y si dicho comentario es de un texto histórico ya se sumen, en su mayoría, en la más profunda inopia, algo está fallando.

Incorporar ordenadores al sistema educativo es equiparable, en la mayor parte de los casos, a proponer que cada alumno disponga de su propio microondas en clase.

La computadora, en manos del profesorado, es un elemento casi indispensable como complemento del proceso educativo. Las posibilidades de transmitir conocimientos y hábitos a los alumnos mediante proyección de presentaciones, etc., son incalculables.

Pero el saber está en los libros. El manejo de documentación y enciclopedias debe prevalecer. Las nuevas tecnologías están muy bien, pero cuando son manejadas de forma profesional y responsable.

Los otros jóvenes de Pozuelo de Alarcón

Afortunadamente, no todos los chavales de P. de Alarcón responden a la imagen ofrecida en las últimas semanas por los telediarios.

Imposible imaginar a estos rosados jovenzuelos cargando contra la pasma y, mucho menos, bebiendo a morro de un litro o una botella de plástico con cubata.

Nada de rastas ni calzones a media asta con la hucha espetando la retaguardia (viendo la mitad de arriba, puede intuirse sin mucho esfuerzo, la de abajo). Ellos cantan y bailan a plena luz del día como elfos del bosque, con su vasito de Fanta cimbreante, porque papá y mamá siguieron al pie de la letra las indicaciones del manual de instrucciones que venía adherido a sus respetivas placentas. Que Cristo Rey, para esas cosas, pone más esmero que Ikea.

Nota: La foto tiene enlace.