martes, 22 de septiembre de 2009

Objetivo equivocado, una vez más.

Cuando el objetivo prioritario en Educación consiste en que en los Centros cada alumno disponga de su propio ordenador, algo está fallando. Con los laboratorios de física, química o biología y las aulas de prácticas desabastecidas, cuando los alumnos de 3º de ESO aún no han manejado un microscopio o tenido en sus manos un cristal mineral, cuando un comentario de texto se limita a "decir lo que se te ocurra sobre lo que se te ocurra", y si dicho comentario es de un texto histórico ya se sumen, en su mayoría, en la más profunda inopia, algo está fallando.

Incorporar ordenadores al sistema educativo es equiparable, en la mayor parte de los casos, a proponer que cada alumno disponga de su propio microondas en clase.

La computadora, en manos del profesorado, es un elemento casi indispensable como complemento del proceso educativo. Las posibilidades de transmitir conocimientos y hábitos a los alumnos mediante proyección de presentaciones, etc., son incalculables.

Pero el saber está en los libros. El manejo de documentación y enciclopedias debe prevalecer. Las nuevas tecnologías están muy bien, pero cuando son manejadas de forma profesional y responsable.

5 comentarios:

MariaJU dijo...

te dejo esto q no sé si lo leíste. y sobre ese aspecto hay historias para no dormir q ahora no tengo ganas de retahilar de vaga q estoy.

Jopo dijo...

INTERNET en las aulas...?

PORNOverlo, mejor no menearlo

Guerrera de la LUZ dijo...

Y además, es que hay pasta pa tanto??? joer... ni que fuéramos ricos.

Hola barbitas desaparecido en combate! que ni contestas chavalín.

Al Neri dijo...

Creo indispensable los ordenadores para la formación de los chavales. Indispensable. Igual que hace años era indispensable poder consultar una enciclopedia o disponer de los libros de texto necesarios.

Otra cosa es que tenga que ser la Administración la que pague los portátiles en su totalidad y a todo el mundo.

He oído que en algunos países existen unos portátiles superbaratos para los escolares, que tienen lo básico que realmente necesitan. Quizá por ahí podría ir la solución.

Isaak dijo...

Opino que la implantación del ordenador como herramienta básica de estudio presenta más inconvenientes que ventajas. En manos de gran número de chavales, el ordenador no deja de ser un juguete que los adultos se empeñan en que usen como una herramienta.

Confeccionar un "trabajo" es, hoy, un simple ejercicio de recorta, pega y colorea con el resultado de que los alumnos, las más de las veces, ni siquiera tienen que intervenir en la redacción y, mucho menos, lectura del resultado. Se acaba calificando un vistoso documento impreso que puede haber sido hecho por cualquiera.

El resultado es que los estudiantes acuden a las bibliotecas no a consultar y recabar datos e información, sino en busca de un silencioso retiro para estudiar.

Personalmente, aprendí más de todo aquéllo que me tropecé casualmente mientras rebuscaba en las fichas de la biblioteca o indagando entre las enciclopedias y libracos de casa.

Los tiempos cambian, por supuesto, y quizá para bien en términos generales. Pero no se puede enseñar a sumar con una calculadora. Y ahora hay profesionales que la permiten incluso en el último curso de primaria.

En caso de apagón, seremos unos auténticos inútiles.