lunes, 4 de mayo de 2009

Lo que eres

No les falta razón en sus quejas acerca del distinto rasero con que son tratados respecto al “infiel”. Será porque a los de la Cruz los tenemos hasta en la sopa y por ello nos resultan más familiares. Y ya se sabe que donde hay confianza, da asco.

En ese sentido las religiones son como las suegras, cada uno se ocupa de la suya, que es la que le mete los pies en la sopa. No obstante, objetivamente, insisto en que no les falta razón.

En lo que a mí respecta igual me da ocho que ochenta, dado el vertiginoso ritmo de embrutecimiento al que me estoy viendo abocado, o estoy siendo arrastrado, como el que es invadido por una dolencia degenerativa. Se me ha enfermado el órgano de captación y goce de todo tipo de arte religioso. Un espanto, porque he dejado de disfrutar de infinidad de obras, en todos los órdenes, que antaño me apasionaban. Ya sólo me interesa el arte residual de las religiones muertas, que son algo así como escorpiones disecados: de su elegancia ikeiana y funcionalidad asesina resulta un festín sensitivo a la vez que emotivo. Pero si en lugar de hallarse seco y traspasado por un alfiler, nos lo encontramos escalando por el edredón de la cama, la cosa cambia.

Por eso, si me dan a elegir, me quedo con el Osiris mural, cualquier habitante del Olimpo Griego, o el Dios Mono hindú, sin preferencias representativas.

Y es que, “lo que eres, me distrae de lo que dices”. O de lo que pintas. O de lo que esculpes. O de lo que construyes. O de lo que grabas. Será culpa mía, que no aprendo a abstraerme.

3 comentarios:

MariaJU dijo...

Como arte religioso, nada como las pequeñas dioesitas del paleolítico surgidas de la espontaneidad de reverenciar a lo que nos es inherente por naturaleza. Esas pequeñas, oronditas, preñadas de vida o/y invitándote al sexo y a los placeres de la vida. Mi preferida, la de Willendorf.

Eso eran diosas y sagrado lo que representaban, y no lo apocalíptico y el miedo que representó y extendió hasta el último confín el dios varón de las religiones, todas, q le siguieron hasta hoy.

Johnny dijo...

Bueno, si somos quisquillosos, en todas las religiones hay un apocalípsis por así llamarlo, y todos los religiosos de las distintas doctrinas, son personas temerosas de dios.

El problema, es que con el tiempo la gente se fue dando cuenta de lo que eran las demás religiones, salvo un par de ellas, entre las cuales está el cristianismo.

Pero básicamente por una razón muy importante, posee el mismo victimismo que su madre, la religión judía.

Si llegase a ser de otra manera, serían religiones muertas, como otras muchas anteriores a ella.


Y la propaganda de que siempre llevan ellos los palos debe de ser buena, ahí tenemos a las dos mano a mano. La original y el remake.

Todos están en su contra y todos les persiguen, pero los buenos son ellos.

Isaak dijo...

Lisi, la gordita paleolítica es la diosa más simpática del orbe. Cae bien hasta sin que sea posible verle la cara, que la tiene plana la joia jajaja

Pues sí, Johnny, así es, y así va a seguir siendo durante muchos siglos, porque esta gente juega sin prisa. No cuenta el tiempo por años, sino por eones, por eras casi. No llevan dos milenios manipulando y tergiversando política y socialmente para echarlo todo por la borda en dos días.

De un tiempo a esta parte, se han vuelto amantes de la ciencia, a la que han optado por intentar poner de su parte, visto que en lugar vencerla con la hoguera, siempre ha resurgido hasta el punto de que empezaron a ganarles la batalla por la mano.

Así que a partir de ahora, Dios va a ser una fórmula de álgebra booleana, perfecta definida, demostrable e innegable. Cualquiera les tose a los Orondos.