miércoles, 14 de abril de 2010

El pecio de la paz.

Si existe en este país algo más caro que la vivienda, es la paz. Desde siempre, muchos españoles han pagado un precio demasiado alto por la paz, y su moneda de cambio ha sido, invariablemente, un cheque de silencio al portador.

En la cuenta de liquidación del proceso que vino a denominarse "transición" se volvió a tirar alegremente de talonario y la deuda de nuevo contraída pareció quedar, una vez más, saldada. En realidad, el pagador tenía los dedos cruzados y tan sólo estaba concediendo una hipoteca basura a 30 años.

Garzón goza de todas mis simpatías y, sin embargo, estoy convencido que ha faltado a la palabra dada por un país en un momento histórico concreto. La España de entonces consintió en enterrar en el olvido la memoria de muchos miles de personas víctimas del franquismo más despiadado y chusquero, como consintió igualmente asumir que ese mismo franquismo continuaría incrustado en sus Instituciones mientras sus representantes viviesen. Ignoro si había opción o si fue justo, pero tal fue lo convenido.

Un pacto de sumisión y silencio, un acuerdo entre señores y siervos acatado voluntariamente por ambos, consensuado hasta el último detalle y que podría resumirse en que tanto los franquistas supervivientes como la Iglesia salían indemnes del lance, y disfrutarían vitaliciamente de cuantos privilegios y estatus les había otorgado su fidelidad a Franco.

Porque se trató de un pacto sellado, firmado y aceptado libremente, es por lo que creo, objetivamente, que Franco desde la putrefacción de su tumba está en su derecho de exigir su cumplimiento. Por más que nos duela.

Ése es el pecio de la paz.

5 comentarios:

NEKA dijo...

Pues menudo precio Isaak.
Me indigna este tema mucho, ya que pertenezco a una familía que alguno de sus miembros sufrió en su carnes los ideales del putefracto señor.
Y no digo mas no quiero soltar todos los adjetivos e improperios que se me vienen a la cabeza. Yo me niego a enterrar esa historia.
Saludos

MariaJU dijo...

Mesié Isaac, difiero en la primera parte del enunciado de su último párrafo. El pacto no fue aceptado libremente, sino forzosamente, tragado sin digerir entre muecas de asco porque no había otra opción mejor. Era o eso, o seguir como estábamos o entrar en una nueva situación de enfrentamientos que nadie, sobretodo los perdedores, estaba dispuesto a pasar de nuevo, tal fue el sufrimiento.

En fin, q ya es hora de hacer pasar la mala digestión q nos produjeron en la transición haciendo q tragásemos la bola q nos dieron. Ya es hora de rectificar imposturas que duran más de medio siglo.

VIVA LA 3ª REPÚBLICA

SALÚ Y LIBERTAD!!

Isaak dijo...

Anita, Lisis, mi postura responde a que no creo que tengamos, aún hoy, muchas más opciones.

Franco fue la materialización de algo que venía de atrás y que siempre ha habitado en este país: el caciquismo y la oligarquía fascista de toda la vida, esa cuarta parte de España que lleva siglos jodiendo y mutilando a las tres cuartas partes restantes.

Y esta porción es perenne, está siempre ahí, son fuertes, poderosos, fastuosos en sus largos nombres, obligan a claudicar tarde o temprano, sí o sí. Sus hijos ocuparán los puestos de relevancia de los que se jubilaron sus padres para continuar manteniendo viva la llama del fascismo católico. Y digo fascismo católico porque en esta historia interminable, La Iglesia española sigue estando entre bastidores como ha estado siempre, pavoneándose de ser el servicio de mantenimiento de "la reserva espiritual de Europa", que equivale a decir "el núcleo duro del tandem cristofascismo-clases dirigentes.

Sólo os diré una cosa: ninguna guerra contra esta gente se gana de frente, como ya ha quedado demostrado en los 100 últimos años. Se enquistan y permanecen latentes, hasta que alguien toca la fibra sensible y entonces cae una lluvia insoportable de aguijones.

Inteligencia y honestidad es la clave. Y si algo ha demostrado la izquierda de este país en los últimos 35 años, es que no representa ni lo uno ni lo otro.

Intentar remover las tripas de esta gente en este país siempre ha traído la muertey el sometimiento más bochornoso a quienes lo han intentado y, creedme, esta historia no merece más dolor que el ya padecido.

Las cosas ocurrieron como ocurrieron y opino francamente que debemos asumirlo y proclamarlos, una vez más, vencedores. Vencedores en mala leche, a lo único a lo que no hay quien les gane.

Besitos.

Alfonso dijo...

De aquellos barros hoy padecemos estos lodos.

La transición fue la entronización de la chapuza política que supuso el pase de un sistema dictatorial a otro democrático. Por muy ejemplar que se haya querido presentar al mundo.

Las cosas cambiaron... para que todo siguiera igual. Como dice el aforismo.

En aquellas fechas yo ya estaba alrededor de los 30 años. Vibraba, junto con muchos miles de españoles, de ansias de auténtico cambio, de que no se pasara la página de la historia sin que antes el pueblo español hubiese tenido la oportunidad de decir que era lo que quería, sin conformarse a pasar por un régimen estatal amañado a imagen y semejanza del de la momia del Valle de los Caídos, con la espada de Damocles del ejército fascista pendiente de sus cabezas.

Y los partidos de izquierdas, todos los que querían pillar cacho parlamentario, sin excepción, se vendieron por un plato de lentejas.

Nos quedamos con las ganas de saber si la Ruptura Democrática que muchos defendíamos, a pesar de los vaivenes políticos que habría provocado, nos hubiese aportado, al cabo de los años transcurridos el que hoy estuviéramos hablando de política de futuro, y no del lamentable espectáculo que actualmente, 35 años después de la muerte del dictador, padecemos, memorias históricas y garzones incluidos.

No sé, a veces tengo la sensación, que aquellas palabras del dictadorzuelo realmente surtieron efecto: “Lo dejo todo atado, y bien atado”. Con Todo el maquillaje que queráis, pero efectivamente, así es.

Pensé en su momento que un día podría salir a la calle a darles vivas a la República. Aun mantengo la esperanza de hacerlo antes de irme a criar malvas.

De momento, me conformo en hacerlo aquí.

¡¡¡VIVA LA III REPÚBLICA Y EL ESTADO FEDERAL!!!

Salud y força al canut.

Isaak dijo...

Servidor contaba con alrededor de 12 años, y sin saber porqué, también me sentí invadido por una especie de euforia desatada, una esperanza en nosequé absurda. Supongo que sería eso que llaman fe.

Unos años más tarde, un viejo tiburón octogenario del PSOE por el que yo había sido intelectualmente adoptado, me advertía ante la aplastante victoria de F.González en el 82: "Paquito, esa gente es mú mala, mú mala". Me sorprendió, evidentemente, porque supuestamente se trataba de "los suyos". Ahora entiendo que no eran tal. Él lo percibió al instante. Y me relató una historia fascinante de intrigas políticas sobre un tal "Gallo", personaje relevante del PSOE en la clandestinidad, que desdichadamente he olvidado casi por completo. Sólo quedó Isidoro.

Alfonso, estoy convencido que se hizo lo único que se podía hacer si queríamos salir con bien de la muerte de Franco. Igualmente estoy convencido que ni tú ni yo veremos una España republicana, democrática y honesta.

En política me he rendido, quizá demasiado pronto, pero me he dado por vencido porque este país se forjó de atavismos y principios inamovibles sostenidos y entronizados en los distintos pisos que conforman el estamento dominante, que no se va a dejar arrebatar el poder de ninguna de las maneras.

Son los más listos, y merecen estar arriba.

La izquierda no es tal, sino ya forma parte de lo que habría que derruir. Quedamos cuatro gatos, y estamos solos.