jueves, 8 de octubre de 2009

La Iglesia Católica exhibe un escaparate de cínica preocupación por los niños, los pobres, los enfermos, los marginados y discriminados, en vano intento de evitar que el dedo de la opinión pública apunte hacia su trastienda de los horrores. Philip Kargan Stoiber

1 comentario:

calimeroesmalo dijo...

La iglesia católica barre su mierda bajo la alfombra mientras señala con el dedo y nos dice a los demás lo que se supone que es bueno y correcto.
Una pandilla de hipócritas de cuidado.