viernes, 13 de noviembre de 2009

Y Agora qué

Bien, pues ya he visto Agora. Y no voy a entrar en detalles; Hipatia, molona, apuesto a que hoy en día aparcaría a la primera, sería la námber guán en el proyecto SETI y llevaría los TDT's en casa. Una delicia.

En cuanto a las impresiones, es la primera vez que los católicos tienen motivos para rajar de una película. El Codigo Da Vinci y su secuela era dulce publicidad clerical gratuita. Pero ésta, adelanta ya en el siglo IV lo que habría de venir durante un largo milenio. Tiene el mismo efecto del chiste del extraterrestre y el tricornio: sales de una mala hostia inaguantable. Si te tropiezas a un cura en el puesto de palomitas, le haces tragar tres cartuchos de cuatro euros cada uno, incluido el cartón. Ésto por la pobre Hipatia, cabrito.

Desde luego, no es apta para creyentes de misa diaria -ni siquiera semanal-. La desaconsejo vivamente, si está usted en ese caso. O si fuma Radio María. O si usa sombrero de COPE. O si consume productos Vidal. O gusta de los juegos de Arcadi. O si reza a Los Santos. O juega con sus nietos al VEO VEO. Contraindicada, ya le digo, en cualquiera de éstos y otros supuestos.

Porque sufrirá el mismo efecto del chiste del extraterrestre y el tricornio. Si en el puesto de palomitas se tropieza Ud. con Amenábar, le hará tragar tres cartuchos de cuatro euros cada uno, incluído el cartón. Ésto por...

Lo más indicado es tomarlo como lo que es: una película de ficción. ¿Acaso los EEUU no hacen siempre de buenos en las películas? Pues igual.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues a ver si se anima a ponerla aqui, he escuchado que no es tan buena como la pintan pero que no esta mal.

Estos protestantes son la leche tambien, no te creas...pero por lo menos nadie se duerme en misa.

Un abrazo.

Isaak dijo...

Ágora no se dirige exclusivamente a los Católicos, Oceánida, sino a los Cristianos en general. Me parece un tanto fuerte como para que supere los "controles de moralidad" estadounidenses. Después de recabar algo de información al respecto, yo diría que tiene un 70% de fidelidad documental (la fidelidad histórica ya es otro cantar) y un 30% de ficción/exageración.

Cabrea, de cualquier forma. A cristianos por un motivo, y a no creyentes, por otro.

Un abrazo también pa tí, acuática Oceánida. ;-)