miércoles, 18 de agosto de 2010

Parece mentira que el Islam, de jovencito, cursara en la Península Ibérica su flamante beca Erasmus particular durante varios siglos. Es como para que ya nos conociera.

Que disfrazar a sus hembras de “Kinder Sorpresa” andante no hace sino soliviantar, aún más si cabe, la curiosidad y concupiscencia de los varones nacionales; que si en verdad desean que sus mujeres -esposas, hijas y resto de parientas- pasen inadvertidas, nada mejor que confundirlas con el paisaje, con el paisanaje.

Quijotes e idealistas como somos, una bulto misterioso, aunque contenga una mierda, siempre nos llamará más la atención que un rosado y poco hecho entrecot a la pimienta despatarrado sobre el plato, que éso ya se lo preparan muchos en casa.

Parece mentira, ya digo.

4 comentarios:

huelladeperro dijo...

Eso, ¡viva el erotismo! Y ¡vivan los moros y el Islam! que han sabido hacer de España, tras la muerte de Franco y su perversa degradación, una nueva reserva espiritual de Europa.

Isaak dijo...

Cuando erotismo termina como islamismo, por algo será.

Alfonso dijo...

Asi es, Isaak.

Tendria unos 15 o 16 años cuando mi padre, un verano, decidio llevarnos a la playa, haciendo un par de viajes con el R-6 que tenia, a mi hermano y a mi, y la familia de una de las hermanas de mi entonces madrastra que eran vecinos nuestros. Familia, para no variar, de un integrismo catolico a machamartillo. Tenian tres hijas entre los 12 y los 17 años.

Mi hermano y yo estuvimos practicamente todo el dia fuera del grupo familiar, por la verguenza ajena que pasabamos, al ver como la madre de las criaturas en un intento de ocultar con exagerado pudor los jovenes cuerpos de sus hijas no se le ocurrio otra cosa que vestirlas con un camison de lino que les llegaba desde el cuello a los pies. La finalidad era que no llamaran eroticamente la atencion.

Como puedes adivinar, el resultado fue exactamente el contrario, pues si ya llamaba la atencion que tres chicas se acercaran al agua vestidas de esa guisa, un autentico burka sin capucha, imaginate lo que sucedio cuando salieron del agua con la ropa pegadas al cuerpo y transparentandose todo. Aquello si que era erotismo del duro, sobre todo a finale de los sesenta.

Ya te digo, yo me moria de verguenza y procure, junto a mi hermano que le pasaba lo mismo, de que no me "identificaran" con tan pintoresca y "pudorosa" familia.

Saludos.

Isaak dijo...

Alfonso, tienes unas formas al narrar... concurso de... ¡camisones mojados! ¡burkas mojados! acaba mojao hasta el apuntaor jeje. Salud.